Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Orígenes del arte cristiano en la Península

(C) Ramón Corzo Sánchez



Comentario

En esta región burgalesa existió un taller aún más sorprendente y original que el de Andalucía, del que se conocen cinco piezas. En muchas de ellas no se reconocen siquiera los motivos esbozados. Tenían representaciones por las cuatro caras, como los orientales, y la tapa a doble vertiente. Entre los temas que han podido identificarse están la visión de la escalera de Santa Perpetua, la presentación de Joaquín ante el sumo sacerdote y la elección de San José para esposo de María, todo con detalles que sólo aparecen en textos apócrifos de circulación muy corta y limitada en Oriente. El estilo del taller es rudo y las figuras resultan desproporcionadamente bajas, como corresponde a una producción local, en la que se observan, sin embargo, detalles de trazado, como el surco que rodea a cada figura, que también se dan en el mundo oriental.
Nada puede asegurarse sobre el modo en que se introdujo en España esta iconografía; uno de sus rasgos más llamativos es la preferencia por temas del Antiguo Testamento y de los libros apócrifos, frente a las pocas escenas del Nuevo Testamento, que son las más empleadas en los sarcófagos latinos.

Ante las peculiaridades de los talleres hispánicos de sarcófagos en el siglo V, sólo cabe esperar que nuevos descubrimientos arqueológicos permitan completar los repertorios y señalen alguna relación precisa. En cualquier caso, se aprecia cómo el desarrollo de la iconografía cristiana en la Península es independiente de los focos occidentales, y cómo ofrece desde sus comienzos una variedad suficiente como para dar base al desarrollo posterior del arte visigodo con formas y estilos propios.